-ENTREVISTA-
José Luis García de Vicuña, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES).
Hijo y nieto de cerrajeros, lleva más de 50 años trabajando en la profesión. El nuevo presidente de UCES es uno de los referentes del sector de la cerrajería, no solo en España, sino también en el extranjero. Hace tres décadas dio el salto desde la cerrajería de su padre a la empresa que dirige actualmente. Desde entonces ha formado a miles de cerrajeros y miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Nueve de cada diez cerrajeros de nuestro país han recibido sus enseñanzas teóricas y prácticas.
Vicuña es el único español que forma parte del prestigioso grupo internacional Lockmasters, formado por 20 cerrajeros de todo el mundo que destacan por su conocimiento de la profesión.
–Usted acaba de acceder a la presidencia de UCES. ¿Con qué objetivos? ¿Qué quiere hacer?
–UCES, la Unión de Cerrajeros de Seguridad, cumple 13 años y su línea nunca ha sido continuista, siempre hemos tenido que remar hacia delante con un objetivo: la regulación de una profesión que necesita tener un reconocimiento por parte de la Administración. Desgraciadamente, en ese sentido, tenemos que ser continuistas en reclamar esa regulación y, sobre todo, algunas de las propuestas que llevamos unos años reclamando como un Plan Renove de Cerraduras que redundaría en un país más seguro.
–El papel de UCES en el sector cerrajero, ¿cuál es y por qué es importante?
–UCES nació con un fin: autorregular el sector, por eso ya es importante… y más de una década después ha demostrado que sigue siéndolo por lo que le comentaba anteriormente. La única regulación de los cerrajeros la hacemos nosotros. UCES es hoy la referencia de las Administraciones de Justicia y Seguridad y de los medios de comunicación y eso es una gran responsabilidad para nosotros porque tenemos que estar siempre a la altura de una profesión muy importante para la seguridad de todos los ciudadanos.
“Que la unión hace la fuerza es una verdad como un templo. Sectores e intereses convergentes tienen más probabilidades de éxito juntos que si cada uno hace su guerra”.
–Una sola voz de todos los cerrajeros, ¿eso sería lo conveniente?
–Sería lo deseable. Si bien es cierto es que UCES es la casa común de los cerrajeros por volumen de empresas y de asociaciones, en los últimos dos años han aparecido nuevas organizaciones sectoriales con las que mantenemos en la actualidad una relación de entendimiento común.
–Entonces, ¿es usted partidario de la fusión de las organizaciones cerrajeras?
–Yo soy partidario de aquella frase que utilizaron por primera vez los belgas para poner en valor que juntos serían más fuertes. Puede parecer una frase muy manida, pero que la “unión hace la fuerza” se ha demostrado una verdad “como un templo” y los sectores y los intereses convergentes tienen más probabilidades de obtener éxito en sus demandas que si cada uno hace su guerra.
–El sector: ¿Qué año desde el punto de vista comercial nos espera?
–Pues el contexto no está para “tirar cohetes”. Cuando parecía que empezábamos a dejar atrás la mayor pandemia del siglo, la invasión de Ucrania está provocando un efecto mariposa en los mercados y en la distribución de materias primas, que afecta a todos los estamentos de la sociedad: subida de carburantes, de materia primas y, sobre todo, la amenaza que sentimos los europeos a que este conflicto pueda extenderse. Como rezaba un titular hace unos días, “el miedo a Putin cotiza al alza en los mercados”.
–Formación, digitalización, profesionalización, intrusismo… En su opinión, ¿qué retos siguen pendientes y cómo se pueden superar?
–Precisamente, días atrás decidíamos dar un impulso a nuestra comunicación tecnológica a través de una nueva web y la aplicación móvil que potenciaremos este año. Vamos a seguir siendo exigentes. Para ser un cerrajero de UCES se necesita una formación, necesaria para dar el mejor servicio al ciudadano. Creemos que un cerrajero preparado y en constante actualización es la mejor garantía para combatir esos casos de intrusismo que seguimos viendo de vez en cuando y ese abuso de tarifas que, curiosamente, realizan los menos preparados. Debemos ser los únicos profesionales de España en los que el mal profesional cobra más que el bueno, y eso no lo debería consentir la sociedad. Así que seguiremos poniendo en valor el papel del buen cerrajero de seguridad frente a lo que yo denomino “abrepuertas”.
“Siempre hemos tenido que remar hacia adelante con un objetivo: la regulación de nuestra profesión”.
–La relación del cerrajero con los fabricantes. ¿Qué más cabe hacer en ese campo?
–Una de las primeras actuaciones de UCES fue organizar el mayor evento de la cerrajería que se ha hecho en España, el primer Foro de la Cerrajería, que tuvo su continuidad justo antes de la pandemia en el segundo encuentro en el Wanda Metropolitano de Madrid. ¿Por qué cuento esto? Porque el compromiso de los cerrajeros con los fabricantes tiene que ser constante. Ellos lo saben y están agradecidos. Los cerrajeros de UCES deben convertirse en los prescriptores de la tecnología y nuevos sistemas de seguridad que diseñan los fabricantes. Venimos advirtiendo de que el 80% de las cerraduras instaladas en España están obsoletas pese a que los fabricantes están haciendo un esfuerzo por poner en el mercado cerraduras que “ponen minutos a las puertas”. Estamos convencidos que un Plan Renove, con una ayuda mínima de las Administraciones, podría reducir en un 30/40% el número de robos en las viviendas. Y en ese reto debemos ir de la mano de los fabricantes. No puede ser que los ladrones estén entrando en nuestras viviendas con técnicas de cerrajero abriendo las puertas en segundos cuando tenemos bombillos y cerraduras en el mercado que podrían evitarlo.
Fuente: Iberferr impresa.