Las ventas de Sika registraron un aumento del 19,5% en el primer semestre del año hasta situarse en los 5.346,7 millones de euros, en un entorno cargado de desafíos como el conflicto militar en Ucrania, el aumento de los precios de la energía y las materias primas y la alta inflación.
“Nuestras tecnologías innovadoras, sostenibles y de alta calidad han podido compensar en gran medida el aumento en el precio de las materias primas con precios de productos más altos. Los cuellos de botella en el suministro los hemos resuelto a través de nuestra organización global de adquisiciones. Los desafíos actuales permanecerán en la segunda mitad de 2022, pero estoy seguro de que podemos cumplir nuestros objetivos para este año”, ha explicado Thomas Hasler, director ejecutivo de la compañía.
Con su amplia cartera de productos, SIKA está en una posición ideal para ofrecer a sus clientes tecnologías que les permitan reducir su huella de carbono, al tiempo que mejoran la durabilidad de las construcciones y minimizan el uso de recursos. Las soluciones innovadoras y fáciles de aplicar también brindan rentabilidad en el proceso de construcción y renovación. Además, SIKA se está beneficiando de grandes programas gubernamentales de estímulo en todo el mundo.
El mercado, altamente fragmentado, de productos y soluciones químicas para la construcción crecerá hasta superar los 81.000 millones de euros en los próximos años y seguirá ofreciendo importantes oportunidades de crecimiento, especialmente en el área de la sostenibilidad, según Sika.