OPINIÓN
Por Carlos Oliván, Presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas (AEFECC).
Aunque el ambiente durante el día aún es agradable, las noches ya están siendo más bien frías. Los cambios de temperatura bruscos, del mediodía a la tarde, hacen que sintamos la necesidad de tener la casa caldeada.
Si disponemos de calefacción, encenderla para un rato suele ser poco rentable; pero utilizar la chimenea es más eficiente y genera calor en las estancias donde solemos pasar la tarde. Además del calor, también está la sensación de placer de ese primer encendido y la generación de un ambiente hogareño y agradable.
Pero, ¿tenemos a punto nuestra chimenea para que funcione correctamente? ¿La hemos limpiado de forma correcta?
Una chimenea limpia favorece una buena combustión y, por lo tanto, un calor más eficiente y más seguro. Como la poda de los árboles, la limpieza de las chimeneas es mejor realizarla ahora en otoño, cuando comienzan los primeros fríos… Y, para eso, octubre y noviembre son los meses clave.
Aunque en España no es obligatorio, a diferencia de otros países europeos, la seguridad y un calor más eficiente deben ser requisitos para limpiar, al menos una vez al año, nuestra chimenea.
Normalmente, este tipo de trabajo lo suelen hacer profesionales que limpian los conductos y la propia chimenea; pero también nosotros mismos podemos realizar un mantenimiento mínimo que hará que la chimenea caliente más y mejor. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para Combustibles Sólidos (AEFECC) hacemos estas recomendaciones:
- Que la calidad de la leña sea buena. Hace unos meses ya indicamos qué tipos de leña debemos utilizar.
- Si la calidad de la leña es buena se ensucia menos rápido; si no la capa de hollín crecerá
- Siempre hay que usar leña seca.
- Importante: no acumular cenizas de encendidos anteriores
- Utilizar un cepillo para limpiar las paredes y la placa del tiro.
- También se debe utilizar un líquido especial a base de amoniaco para el cristal si la chimenea es cerrada.
- Conviene, en estos primeros días, utilizar un tronco deshollinador. En el mercado ha distintos modelos más o menos ecológicos que limpian la chimenea penetrando en el hollín y el alquitrán.
- Si mantenemos este mantenimiento y el deshollinador viene de forma periódica cada año o dos años (dependiendo del uso que le demos a la chimenea), nuestra chimenea será una fuente de calor natural y segura.
Y, recuerda: para iniciar ese primer fuego (y los siguientes), prepara varios troncos de leña pequeños para colocar inicialmente en tu chimenea. Luego, coloca los grandes… y ya solo queda disfrutar del calor natural y de una estupenda tarde de otoño en casa.
VÍDEO: Consejos de AEFECC para la puesta a punto de la chimenea.