Los llamados “baby boomers”, la amplia generación comprendida entre los 52 y los 74 años de edad, son los que más se apuntan a la compra en las tiendas de proximidad, según recoge una encuesta de ESCODI, la Escuela Superior de Comercio y Distribución de Cataluña. Este dato se enmarca en otro porcentaje revelador: el 67% de los consumidores le da más importancia ahora a los productos que están cerca, mientras que el 65% asegura que compra más que antes en comercios del barrio.
La encuesta de Escodi dice que el 47% de los consumidores reconoce que, tras la crisis sanitaria, compra más ‘online’; y solo el 17% dice que ahora lo hace menos. El fenómeno de los rebrotes de la Covid-19 puede tener incidencia en este cambio tan significativo de tendencia, básicamente por el miedo de los consumidores a acceder a establecimientos públicos cerrados.
Cada vez son más los consumidores (un 23% en julio) que evitan los productos baratos; y llegan al 41% los que afirman que han reducido este tipo de consumo basado en el precio, en relación al que hacían antes del confinamiento.
Asímismo, un 66% de los encuestados manifiestan abiertamente que quieren que baje el consumismo; un 62% asegura que se ha replanteado sus necesidades y un 64% afirma de forma clara que con sus actos de consumo quiere ser más respetuoso con el medio ambiente.
Del conjunto de datos se puede deducir que la sostenibilidad que no implica un incremento significativo del gasto económico, crecerá.
La valoración de la situación económica personal por parte de los encuestados ha mejorado ligeramente en relación a los resultados de la encuesta del mes de abril, pero un 30% todavía manifiesta que están peor que antes de la pandemia. En concreto son las personas de rentas más bajas las que perciben un más alto empeoramiento de su situación económica, que coinciden con las generaciones Z y millenials, con edades comprendidas entre 26 y 39 años.
El estudio de ESCODI se basa en las dos encuestas realizadas en el ámbito catalán sobre consumo y confinamiento. La primera en el mes de abril, cuando el sector retail (comercio al pro menor) continuaba cerrado; y la segunda, llevada a cabo entre el 24 y el 30 de julio, cuando los establecimientos comerciales, con más o menos restricciones, ya habían vuelto a abrir puertas.