Colaboración | ¿Por qué son indispensables los ventiladores en invierno?

Por Sulion, marca europea de ventiladores de techo y especialista en productos de iluminación decorativa, arquitectural y exterior.


 

La factura de la luz y del gas sigue disparada y las previsiones para los hogares y las empresas no son especialmente halagüeñas para este invierno. Es por ello por lo que nos toca prepararnos para los meses venideros en los que las temperaturas comenzarán a bajar. Los expertos se debaten entre buscar soluciones para frenar el incremento en los precios y optimizar el gasto de luz para que la factura no se dispare. Pero si hay algo que tienen claro es que mantener el calor que genera la calefacción es fundamental para garantizar el ahorro.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la temperatura media recomendada para interiores en los meses de invierno se establece en torno a los 21 grados y, para lograrlo, lo mejor es encontrar un equilibrio entre la fuente de calor y la distribución del mismo.

Una de las opciones más factibles para conservar el calor son los ventiladores de techo. En este sentido, un ventilador de techo con modo invierno puede llegar a reducir el consumo de calefacción hasta un 30%, ya que hacen que el calor descienda y podamos aprovecharlo para la climatización. El aire caliente tiende a acumularse en las zonas altas y con el movimiento de las aspas invertido logramos redistribuirlo en la estancia, mejorando así la sensación de confort.

A diferencia de estufas y radiadores, los ventiladores de techo no ocupan espacio y tampoco suponen un peligro si se dejan encendidos mientras dormimos o estamos fuera.

Todos hemos escuchado que el calor tiende a subir, se va hacia arriba. De hecho, en estancias con tramos de escaleras o techos a doble altura es común decir que el calor se escapa por esas zonas más altas. Un ventilador en modo invierno hará que ese calor baje y podamos aprovecharlo para la climatización de la estancia.

A la hora de elegir un ventilador hay que tener en cuenta qué tipo de motor elegimos, pues al hacerlo podemos además obtener un ahorro extra en el consumo de la luz. Los motores AC funcionan al conectarse directamente a una fuente de alimentación, mientras que en los motores DC es un motor de imanes permanentes con variador de frecuencia incorporado, que convierte alterna la energía reduciendo el consumo de la misma. Por lo tanto, los ventiladores con motor DC consumen menos energía que los AC. Si contamos con uno de los nuevos modelos DC, el ahorro de energía frente a un AC será del 70% y ganaremos también en silencio.

Otro punto a favor de los ventiladores y que los hacen un aparato ideal para hogares y empresas es el espacio y la seguridad. A diferencia de estufas y radiadores, los ventiladores de techo son un dispositivo que no ocupa espacio hábil y no corremos peligro alguno en el caso de dejarlos encendidos mientras dormimos o estamos fuera de casa o de la oficina.

Además, los ventiladores ayudan a la circulación de aire y la ventilación de los espacios. El modo verano-invierno evita que el aire se estanque y se creen atmósferas cargadas no muy saludables. La climatización de un espacio depende de muchos factores no únicamente de encender un radiador: las corrientes, la humedad, el número de personas que están habitualmente en la estancia, etc., influyen a la hora de aclimatar, y este aparato ayuda en todas ellas.

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