Los efectos de la guerra podrían llegar a ser relevantes en los principales sectores de actividad de la economía española, pese a la limitada importancia de las relaciones comerciales de nuestro país con Rusia y Ucrania, que suponen el 2,2 % de las importaciones y el 1 % de las exportaciones.
El transporte de mercancías se ve especialmente amenazado. También repercute en industrias con procesos de producción intensivos en energía como la siderurgia, química, metalurgia no férrea, gases industriales, azulejos y baldosas, productos minerales no metálicos y papel.
Según el observatorio sectorial DBK de INFORMA, la automoción, fabricación de maquinaria, electrodomésticos y electrónica pueden sufrir el aumento de precios en estos materiales por la guerra, que añadirían al encarecimiento de las materias primas que llevan meses soportando.
Las importaciones españolas de hierro, acero y ferroaleaciones procedentes de Rusia y Ucrania sumaron cerca de 420 millones de euros en 2021, recuerda la firma.
La importante actividad siderúrgica y de producción de otros metales en Rusia y Ucrania puede tener una incidencia significativa en sectores demandantes, como la automoción, la fabricación de maquinaria y el sector de electrodomésticos y electrónica, entre otros, que están soportando en los últimos meses un fuerte encarecimiento de sus materias primas.
Exportaciones españolas a Rusia y Ucrania
Rusia ocupa la vigésimo primera posición en el ranking de países de destino de las exportaciones españolas, situándose Ucrania en la posición cuadragésimo novena.
Entre los diez principales sectores exportadores a Rusia y Ucrania sobresalen representantes de la industria química, como productos de química básica (127 millones de euros), productos de limpieza (117 millones) y productos de caucho (96 millones); así como los sectores de minerales metálicos no férreos (110 millones), maquinaria de uso general (98 millones) y productos cerámicos para la construcción (97 millones).
“Las sanciones impuestas a Rusia por diferentes países están reforzando las tensiones en los precios de determinados productos y materias primas, tras unos meses de subidas significativas, penalizando en gran medida los resultados de las empresas en numerosos sectores”, explica Juan Ortín, director del observatorio sectorial DBK de Informa.