El futuro empezó el 14 de marzo: el editorial de abril

Reproducimos el Editorial que publicó la revista Iberferr en su número de abril.


Hay dos noticias que cierran semanas de Covid-19 y que dejan abiertas las puertas del futuro y, en especial, del «día después», esa ansiada fecha en la que volverá a abrirse la economía y la vida social. Una de ellas la expresó Javier Pastor, conocido gurú de la comunicación, cuando dijo que no es momento de vender, sino de reflexionar y de hacer cambios que mejoren la productividad una vez finalice este periodo.

La segunda llegó del Grupo Sualpe (Madrid), que hizo un doble llamamiento: la unión del sector para pedir la reapertura de las ferreterías por ser comercios «esenciales» para el consumidor; y la necesidad de que los distribuidores se hayan aprovisionado para garantizarse la actividad tras el confinamiento obligado.

El sector no parece haberse detenido lo suficiente en estas recomendaciones particulares.

Tiene razón Javier Pastor, director de la agencia y escuela de formación Copywriting, cuando dice que «el aislamiento pasará y se volverá a la normalidad; pero mientras tanto, es importante que todos los negocios trabajen su reputación en Internet. Porque no es momento para vender, pero sí para conectar con los clientes». Cabe esperar que actores y empresas hayan tomado nota de este camino, que, por intuitivo, no necesita, siquiera, de manual de uso para recorrerlo.

Por lo demás, entendemos que también tenía razón Rafael Alonso, gerente de International Group AP Sualpe España, S.L., en su doble propuesta, en especial cuando advirtió que no tenemos que ver el parón como un problema, sino como una oportunidad: «Hay que asegurar que la cadena de suministro sigue funcionando cuando esto acabe. Hay que llenar los almacenes ante un posible desabastecimiento causado por una gran demanda. Solo si tenemos material podremos seguir nuestra labor cuando esto se reinicie».

Nada que añadir sobre la petición de que el sector uniese su voz para pedir al Gobierno que permitiese abrir a las ferreterías durante el Estado de Alarma, declarado el 14 de marzo. Iberferr lo dijo claro en esas fechas: Si en estas circunstancias el sector es incapaz de unirse para reclamar lo que en justicia es un servicio esencial para la mayoría de los consumidores, significa que no cree en su actividad, ni, posiblemente, en el futuro.

Ya estamos en el «día después», pero el futuro empezó aquel 14 de marzo.

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