La construcción superará en 2024 las cifras de 2022

El sector de la construcción en España, uno de los grandes motores de la industria de la ferretería y el suministro industrial, prevé cerrar 2023 con un crecimiento del 2,8%, pero las previsiones para los próximos dos años no son tan halagüeñas y se sitúan en el 1,4% en 2024 y el 1,2% en 2025. Pese a ello, nuestro país es la excepción positiva en el ámbito europeo puesto que figura al frente de la tabla de los mercados grandes de este sector que tienen previsto terminar 2024 por encima de 2022, con Polonia y Suiza en segundo y tercer lugar.

Lo revela el último informe de Euroconstruct (diciembre de 2023), que hace una lectura positiva de las cifras. “Sin duda es un nivel respetable, que el sector se ve capaz de mantener, por lo que el ciclo negativo no se prolongará más en el tiempo”, asegura.

Según otras fuentes, la construcción crecerá un 1,8% este año en Europa, aunque la ingeniería civil podría catapultarse hasta un 5,8% impulsada por el plan de recuperación de los fondos NextGenerationEU. Un trabajo firmado por Crédito y Caución refleja un “cara y cruz” del sector para los próximos meses, con el mantenimiento de las fortalezas, pero con un mayor riesgo de las debilidades en el ámbito global.

Entre los puntos fuertes destaca la creciente urbanización en los mercados emergentes, el impulso de las Administraciones de Estados Unidos, la Unión Europea o China de grandes proyectos de infraestructuras para impulsar el potencial productivo de sus economías y la importancia creciente de la sostenibilidad, que requiere de un aumento de las inversiones para mejorar la eficiencia energética y cumplir normas medioambientales más estrictas.

Como barreras, el estudio cita los márgenes comerciales reducidos, una intensa competencia, escasez de mano de obra y pagos con retrasos, así como la falta de trabajadores cualificados, que podría aumentar los costes salariales y convertirse a medio plazo en un grave problema estructural en Europa. El sector también hace frente a importantes presiones para reducir su impacto ambiental, ya que representa el 36% del consumo mundial de energía y el 40% de las emisiones de CO2.

El endurecimiento de las condiciones crediticias y los elevados costes de mano de obra y materiales también se dejarán sentir en la evolución del sector, en especial en el subsector residencial, donde el crecimiento de la construcción se estancará en 2024, según este informe.

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