La evolución de los precios ha tenido un fuerte impacto sobre el tejido productivo español. Solo el 2% de las empresas han logrado resistir los efectos de la inflación en su estructura de costes. El impacto principal se ha producido sobre los costes de producción (para el 28% de las empresas), seguido de los costes de almacenamiento y mantenimiento de inventario (22%); los costes financieros (20%), la caída de la demanda de sus productos y servicios (16%) y los costes laborales (11%).
Para proteger a la empresa de la falta de liquidez y evitar el riesgo de quedarse sin efectivo debido a los retrasos en los pagos, la mitad (el 50%) de las empresas españolas ha buscado financiación externa, un 46% ha retrasado sus inversiones y un 41% ha incrementado el tiempo y los recursos que dedica al cobro de facturas impagadas. El 36% ha retrasado el pago de sus propias facturas, transmitiendo los problemas de morosidad a lo largo de la cadena de suministro y un 32% ha externalizado el cobro de deudas comerciales.
Son datos del Barómetro de Prácticas de Pago 2023 elaborado por Crédito y Caución. Este estudio también revela que sólo el 45% de las facturas en las operaciones entre empresas se pagan en España en el plazo acordado. Esa tasa refleja un empeoramiento de dos puntos frente al comportamiento en pagos de hace un año. El 49% del crédito comercial que los proveedores conceden a sus clientes a la hora de cobrar sus productos y servicios en el mercado español se cobra con retraso y un 6% resulta impagado. En los últimos meses, el 36% de las empresas españolas ha experimentado un aumento de los plazos de pago de sus clientes, por encima del 21% que ha registrado una disminución.
De cara al cierre de 2023, el 61% de las empresas españolas prevé un crecimiento en su negocio y un 51% espera poder ampliar sus márgenes. El 40% anticipa una mejora de las prácticas de pago de sus clientes, muy por encima del 14% que espera un deterioro.
“El difícil panorama del riesgo de crédito comercial en España se refleja en una marcada tendencia a la baja en las ventas B2B realizadas a crédito durante los últimos 12 meses. Una media del 49% de las ventas B2B se realizan actualmente a crédito, frente al 56% del año pasado. Las empresas constructoras españolas son las que más han contribuido a este descenso, ya que la demanda en el sector se ha visto muy afectada por el aumento significativo de los costes de los préstamos, a los que es especialmente sensible. Aunque la inflación alimentaria sigue siendo elevada, el sector agroalimentario mostró un mayor dinamismo en las operaciones a crédito, al igual que el sector siderometalúrgico, gracias a la atenuación de la crisis energética”, explica el informe.