El Grupo Bosch superó en 2022 sus objetivos comerciales, con unas ventas globales de 88.200 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 12% (el 9,4% tras ajustar los efectos del tipo de cambio), frente a los 78.700 millones de euros del año anterior.
“Estuvimos a la altura de los retos y tanto nuestras ventas como nuestro margen fueron superiores a lo esperado. Incluso aunque el entorno económico y social sigue siendo exigente, queremos crecer más rápidamente”, ha explicado Stefan Hartung, presidente del Consejo de Administración de Bosch, al presentar las cifras anuales de la compañía.
Sin embargo, las previsiones para este año son muy distintas. Pese a que en el primer tirmestre ya crecido un 3,5%, Bosch calcula que la producción económica mundial crecerá solo un 1,7% en 2023 y, por lo tanto, habrá una desaceleración significativa. “Los primeros meses han demostrado que este ejercicio también será desafiante”, indica, por su parte, Markus Forschner, director Financiero de Bosch.
“En los próximos años, bajo tasas normales de inflación, nuestro objetivo es que las ventas anuales crezcan en un promedio del 6 al 8 por ciento y que el margen alcance al menos el 7 por ciento. Nuestro objetivo es crecer en todas las regiones del mundo y estar entre los tres proveedores líderes en nuestros mercados relevantes”, ha asegurado el presidente de la multinacional.