FERRETERÍA, DIGITALIZACIÓN Y FUTURO (y III). ¿Cómo transformarse sin sufrimiento?

José Andrés Cardiel, General Manager de TAKTIC Business & Technology. Colabora con numerosas centrales de compra, cadenas de retail y fabricantes, desarrollando proyectos innovadores e integrando siempre el enfoques de negocio y el tecnológico. FOTO: SPF.

Si comparamos un acta de una central de compras de hace tres años con otra de hoy, el 80% de los temas son los mismos. Eso quiere decir que no han avanzado todo lo necesario. ¿Cuántas centrales de compra y cooperativas tienen perfil digital? ¿Cuánto tiempo dedican a invertir y a formar a sus empleados en capacidades digitales? ¿Trabajan sólo a corto plazo? José Andrés Cardiel, General Manager en TAKTIC Business & Technology, experto en IT (tecnología de la información), responde a estas y a otras preguntas.

Cualquier introducción tecnológica requiere adaptarse a cambios previos para que el resultado que obtengamos sea el que realmente esperamos. Es lo primero que advierte el experto antes de analizar a fondo el estado y las perspectivas de la transformación digital en las Centrales de Compra. En otras palabras, para desarrollar la transformación sin sufrimiento «hay que crear cultura digital en las empresas desde la dirección».

«La transformación digital es un concepto que estamos oyendo mucho,  pero que aún no tenemos claro todo lo que conlleva en sí mismo. La innovación es brutal hoy en día. Y los ciclos de adquisición de tecnología son cada vez más cortos. Es decir, cada vez hay más innovaciones y cada vez nos cuestan menos como sociedad, como consumidores o como empresas, incorporarlas a nuestra vida y a nuestros negocios. Y claro, para que podamos digerir la innovación continuada y estos cambios, tenemos que estar preparados. Eso significa que necesitamos en nuestra organización una metodología y una dinámica organizacional que nos permita asimilarlas lo antes posible», asegura José Andrés Cardiel en una conferencia organizada en Barcelona por ANCECO, la Asociación Nacional de Centrales de Compra.

La problemática es la siguiente:  ¿cuántas centrales de compra tienen perfil digital? y ¿cuánto tiempo dedican a invertir y a forma a sus empleados en capacidades digitales?

Los datos dicen que en España sólo el 23% de las Pymes realiza formación en cuestiones digitales. Por lo tanto, lo primero que debemos tener claro es que cualquier prospección tecnológica requiere de unas adaptaciones o unos cambios previos si queremos que el  resultado sea el que realmente necesitamos y esperamos.

«Imaginaros las estanterías de vuestro almacén en el que vais a implantar un sistema de radiofrecuencia. Si antes no lo organizamos, será inútil hacerlo. El resultado no será el que esperamos», advierte el experto.

A partir de aquí, las claves pasan por los siguiente puntos: 

• El concepto de transformación digital está formado por dos palabras. Es  imprescindible separarlas y diferenciarlas, porque cada una de ellas tiene unas determinadas  implicaciones.

• ¿Decisiones o indecisiones? Si no tomamos decisiones porque los personalismos o las diferencias nos lo impiden, no avanzamos. Si no avanzamos, retrocedemos. Las personas son los principales activos de las empresas. Hay que formar a las personas, a los empleados. Si no les damos objetivos, o les cambiamos las decisiones cada dos por tres, hay desmotivación y desconfianza hacia sus dirigentes. Y tenemos un problema.

Crear cultura digital en las empresas desde la dirección. Hay que tener mentalidad de cambio. Hay que empezar a entrenar el ritmo de cambio continuo en las organizaciones. Para crear cultura digital primero hay que empezar a pensar en digital. Ante cualquier problema, buscar una solución digital. Es mentira que todo lo que lleva enchufe mata. Las decisiones digitales deben ser estratégicas y no se pueden tomar a la ligera.

• Recursos: no son infinitos, pero tampoco son una debilidad. Hay que aguzar el ingenio y la creatividad. Hay que invertir, pero aún se prima más en repartir que en invertir. Si no invierto, ¿cómo voy a crecer? Pierdo competitividad porque otros sí lo van a hacer. Los recursos no pueden ser un freno en ningún caso.

• La información: es fundamental darle valor y compartirla. ¿Cómo va a comprar bien una central si no le da información a sus trabajadores, a todos los agentes de la cadena?

• Compartirlo todo. ¿Por qué compartimos todo en las redes sociales?, pero, ¿por qué en la empresa no lo compartimos y decimos ‘esta información es mía’? Si no compartimos, ¿cómo debatimos, cómo generamos propuestas? Hay que ir contra el inmovilismo que existe en las empresas en este apartado.

• Fuera el ‘yoísmo’ y el narcisismo. El personalismo, el mundo idílico en las empresas, es una de sus más importantes barreras. Un estudio de Die Economist refleja que influye de manera determinante en la toma de decisiones, lo que significa que se toman decisiones erróneas.

• La competitividad no sólo está en mirar al proveedor; está también en el otro lado (el consumidor). Hay que pensar  que un proceso de transformación no depende sólo de un departamento. Hay que trabajar de forma conjunta. Amazon vende, sí, pero su infraestructura es brutal. Hay que prepararse antes.

• Cultura digital y tecnología digital. No es lo mismo. Sobre lo segundo hay mucha gente que nos informa y nos ayuda, pero, ¿cómo llevamos todo eso a nuestra propia gente? Esta es la parte dura, la parte que hay que entrenar, sin esperar más.

Transformación digital es un viaje estratégico y un cambio cultural, un cambio organizacional y un cambio de modelo de negocio, que ayudado e impulsado por tecnología nos tiene que ayudar a redefinir la propuesta de valor de nuestra empresa. En todo este proceso, hay una parte que vemos (web, app…), pero la más importante es la que no se ve, los cimientos, lo que sostiene nuestro modelo: definición de producto, qué familias voy a tener, cómo voy a compartir la información,  cómo me voy a comunicar con el proveedor, qué aplicaciones adicionales voy a necesitar para construir el modelo… Eso que no se ve es lo que nos dará o no un modelo digital sostenible.

En resumen, las cuatro etapas de la transformación digital son estas:

1.- Definir una visión clara. Qué queréis ser y cómo queréis ser. (Lo contrario es confundir a la organización).

2.-Elegir un ‘driver’ estratégico. Driver se refiere a aquello que os va a conducir hasta aquello a lo que queréis llegar. (Prioridades, pauta, escaleta, maqueta del proyecto). (Lo contrario es marcar prioridades por política)

3.-Establecer las capacidades digitales. Potenciar la organización. Cambios internos. (Lo contrario son cuellos de botella y redundancia).

4.-Construir ese modelo de negocio. (Lo contrario es el caos).

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