La industria española avanza, pero adolece de talento, según un estudio

Un estudio del Centro de Estudios y Asesoramiento Metalúrgico (CEAM) con la colaboración de Bossard Spain, traza por primera vez una fiel radiografía sobre el estado, perspectivas y obstáculos de la industria en nuestro país. El factor crítico del talento, los altos costes de implantación o la resistencia al cambio, son barreras que los la mayoría de directivos subraya como rémoras. El informe también revela los avances de la digitalización y la transformación que experimentan las tecnologías.

«Experiencias de implantación de soluciones Industria 4.0. Tendencias y retos de futuro» realiza un análisis exhaustivo del sector y mediante entrevistas a directivos, expertos tecnológicos, administraciones y representantes del ámbito formativo. También muestra cómo las empresas españolas, especialmente las pymes, siguen encontrando barreras económicas, organizativas y de talento que ralentizan la transición hacia modelos de fabricación inteligente.

El trabajo identifica seis principales obstáculos para avanzar hacia la Industria 4.0:
• Altos costes de implantación (57,4%)
• Falta de personal cualificado (51,1%)
• Resistencia al cambio (38,3%)
• Problemas para encontrar soluciones adecuadas a sus necesidades (38,3%)
• Escasa infraestructura tecnológica (25,5%)
• Insuficiente estandarización de procesos (25,5%)

Las tecnologías más implantadas en las empresas que ya han iniciado su transformación incluyen:
• Captura y análisis de datos
• Sistemas de información y control
• Software de gestión de mantenimiento (GMAO)
• Cloud y conectividad
• Automatización del mantenimiento
• IoT y sensorización

El estudio detecta cadenas de valor muy avanzadas con una cultura consolidada de automatización y mejora operativa que ha acelerado la adopción de tecnologías 4.0 en proveedores de primer y segundo nivel. Sin embargo, la escasez de talento es uno de los factores más críticos.

En cuanto a los sistemas que están implantando las empresas, el análisis muestra que la mayoría de los proyectos se desarrollan de forma gradual, priorizando los de mayor impacto y viabilidad económica, evitando tecnologías «por tendencia» y buscando equilibrio entre eficiencia y flexibilidad.

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