Tribuna | Alerta ante la ‘ganzúa’ más sofisticada de los últimos treinta años

José Luis García de Vicuña.

Por José Luis García de Vicuña, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad.


 

Algo parece estar pasando en la cerrajería. A la vez que nacen más asociaciones profesionales ligadas al sector, crece también la idea de que debemos ir cada vez más juntos de la mano de cara no solo a la defensa de los intereses de los propios profesionales de la cerrajería de seguridad, sino también por el mantenimiento de una única voz ante las diferentes administraciones locales, regionales y estatales.

De cara a los profesionales, ya UCES, desde su creación hace más de 13 años, tenía como objetivo la defensa de los intereses de los cerrajeros de seguridad. De aquellos que cumplen con todos los requisitos de buen servicio al ciudadano a través de una buena formación y de unos códigos éticos que redundan en tarifas no abusivas y la siempre adhesión al arbitraje de las Juntas de Consumo en todas las partes de España.

En 2009 ya había muchos “cerrajeros” en nuestro país, que, de alguna manera, ensuciaban el buen nombre de una profesión con varios siglos de historia a sus espaldas. Esa fue una de las razones de la unión de la mayoría de las asociaciones de cerrajería en España: dignificar y autorregular la profesión.

Hoy, más de una década después, ha crecido el número de personas que ofrecen servicios de apertura de puertas con apenas formación y, lo que es peor, con unos precios en su mayoría más altos que los que ofrece los cerrajeros de seguridad profesionales.

Ante esta situación, la unión de todos los cerrajeros asociados de este país en defensa de una profesión y de unos servicios profesionales y honestos debe ser una prioridad para el colectivo que representan miles de buenos profesionales de este país.

Si no se pone coto a este tipo de ventas ilegales o ‘alegales’, el aumento de robos en los próximos meses va a crecer de forma exponencial en los hogares.

Bien es sabida nuestra preocupación por la obsolescencia de las cerraduras instaladas en nuestro país que redunda en una mayor inseguridad en nuestros hogares. Las cifras que estimamos a final de año estarán en torno a los 90.000 robos con violencia en las casas y pisos de los españoles. Este tema, creemos que sabemos cómo podría mitigarse y los últimos gobiernos tienen encima de su mesa una propuesta de Plan Renove que podría reducir la tasa de este tipo de robos en más de un 40%.

Sin embargo, una nueva preocupación ha aparecido este verano con la llegada a nuestras manos de una nueva herramienta que sin duda es uno de los mayores avances técnicos de los últimos 30 años. Este útil cerrajero, el Turbo Rapid Key Topolino, va a facilitar la labor de miles de profesionales de la cerrajería y, para los que nos dedicamos a esta profesión y la hemos aprendido de nuestro padre y de nuestro abuelo, siempre es una muy buena noticia.

¿Dónde está la preocupación? En efecto, lo han adivinado. Nada más salir al mercado la herramienta, decenas de videos han invadido las redes sociales más conocidas explicando su funcionamiento y mostrando la facilidad con la que abre un gran número de cerraduras, y cuando sucede esto, la venta al margen de los cauces legales y de control por parte de distribuidores oficiales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se dispara.

Desde UCES creemos que, si no se pone coto a este tipo de ventas ilegales o alegales, el aumento de robos en los próximos meses va a crecer de forma exponencial.

Y creemos que este debe ser un buen momento para que esa unión de todos los cerrajeros sirva para pedirle a la Administración que regule y controle este tipo de herramientas que en manos de desaprensivos se convierten en herramientas criminales.

¿Será este también el momento de una unión de cerrajeros eficaz contra la delincuencia?

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