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Cerrajeros con todas las garantías, no se fíe de otros
Manuel Sánchez Gómez-Merelo, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES).
Hace poco más de un mes saltaba a la prensa la noticia de la detención de un cerrajero en Alcorcón (Madrid) que bloqueaba cerraduras y después ofrecía sus servicios. El “profesional de la cerrajería”, de origen español, fue detenido tras bloquear con un potente pegamento 23 ce- rraduras de 25 locales entre los que se encontraban cer- vecerías, tiendas regentadas por chinos, restaurantes, guarderías y farmacias de la localidad madrileña. Como buen “criminal” tenía la costumbre de dejar de manera estratégica su “firma” cerca del lugar del delito, y esa rú- brica no era otra que una pegatina con su teléfono ofre- ciendo los servicios de cerrajería.
Desde UCES, la federación española de cerrajeros que aglutina a casi el 90% de los profesionales de la cerra- jería de seguridad asociados en España, siempre reco- mendamos que no se utilicen estos
en el mobiliario urbano y en especial en las farolas y en los propios portales y comercios. No es únicamente una cuestión de limpieza del mobiliario urbano, sino también un asunto de seguridad ciudadana, como hemos visto en el caso de Alcorcón y otros similares. Ciudades como Reus o Tarragona ya tienen normativa local que prohíbe este tipo de publicidad
Además, como profesionales de la cerrajería de seguri- dad y en defensa de los miles de cerrajeros acreditados y profesionales que todos los días tratan de dar el mejor servicio al ciudadano, una medida de este calado aborda- ría la lucha contra el intrusismo que seguimos sufriendo y que, como hemos denunciado y corroborado con los grupos especiales de la Policía Nacional, desmantelaría muchas bandas criminales que se ocultan tras las pegati- nas y que aprovechan, como hemos visto, los cambios de cerraduras para hacerse con una copia de las llaves.
Sabemos que una medida de este tipo no va a evitar los casi 110.000 robos con violencia que se producen al año en nuestras viviendas, lo que suponen más de 12 robos a la hora, pero podría paliar esa alta cifra. Si, además, este tipo de actos no se catalogaran como simples delitos de daños, como ocurre en muchas oca-
servicios que se anuncian con un simple teléfono móvil en pegatinas colocadas en los portales, ya que en muchas ocasiones ocultan redes de fraude y mafias organizadas o, como en el caso de Alcorcón, la acción cri- minal de un delincuente que pen- saba que la cerrajería podía ser su nicho de trabajo y negocio.
Prohibir las publicidad de los cerrajeros en las paredes, desmantelaría muchas bandas criminales que se ocultan tras las pegatinas y que aprovechan los cambios de cerradura para hacerse con una copia de las llaves.
siones cuando los ladrones no han forzado nada más que la ce- rradura, la disuasión a cometer robos en viviendas sería mayor.
Incluso, a veces, no suponen una infracción penal si el propietario de la vivienda no ha detallado todo lo que le han sustraído como hemos sabido por diversos responsables policiales; pero eso sería objeto de otro debate que abordaremos en los próximos números de Iberferr.
Desgraciadamente, este caso no es
aislado. Hace un par de años, la Po-
licía detuvo a los integrantes de una
banda de delincuentes en Barcelo-
na que, tras la colocación de una nueva cerradura como “profesionales de la cerrajería”, se quedaban con un du- plicado de la llave para luego cometer robos.
En definitiva, no nos cansaremos de recomendar: “llamar siempre a un cerrajero que se identifique como profesional acreditado y que ofrezca las máximas garantías de seguridad”, solo así podre- mos tener la confianza de que nuestra casa estará un
poco más segura.
Por eso, UCES ha solicitado en más de una ocasión a los ayuntamientos que se prohíba la publicidad del sector
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CERRAJERÍA Y SEGURIDAD
TRAS LA MIRILLA