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OPINIÓN
LA VIDA SIGUE IGUAL Y ESO ES UNA VICTORIA
El mundo de la cerrajería —productores, dis- tribuidores y cerrajeros—, ha dado pasos con- tinuos y ha trabajado con fuerza durante el último cuarto de siglo para lograr que el sector se mantenga en lugares altos y no retroceda. El resultado es un mercado dinámico, muy ma- duro, concreto, en el que todo el mundo parece tener las ideas claras. Pero, ¿qué ha cambiado en este último cuarto de siglo?
Si analizamos el sector desde finales del siglo XX a esta parte, lo primero que salta a la vista es que la dinámica que fluye parece ser muy parecida a la de entonces: planteamientos, ser- vicios y problemas semejantes a los de tiempos atrás; y respuestas que siguen siendo de corte personal, en la mayoría de
casa como lo hace en otros sitios, si cabe más seguros, como las cuentas bancarias o los ar- chivos estatales. Lo mecánico parece más segu- ro a los ojos de cientos de usuarios.
Es cierto que los servicios que prestan los ce- rrajeros son ahora más rápidos y eficaces, pero, por el contrario, se han vuelto un tanto incontrolables y la desconfianza hacia ellos se ha elevado. Sigue circulando la picaresca de los anuncios con pegatinas, prohibidos en al- gunos ayuntamientos como Tarragona y Reus; y multados en otros como el de Santa Pola (Alicante) con hasta 3.000 euros. Y, quien más quien menos, sigue pensando que un cerrajero “te la puede liar” cuando lo necesitas si tienes
los casos, pero también ade-
cuadas y proporcionadas.
Las cuestiones que siempre
han perjudicado a la cerra-
jería como el intrusismo, la
carencia de formación de los
profesionales cerrajeros y la
sincronización de sus activi-
dades, siguen sin resolverse.
Más al contrario, se mantie-
nen en dosis que por momen-
tos parecen enquistadas.
Conviene añadir enseguida que, pese a las barreras y los problemas que perviven, la ce- rrajería ha evolucionado y los profesionales han mejorado a ojos vista. Hoy hay mucho mejores productos, los servicios y las respues- tas se prestan con mayor rapidez y eficacia, y los cerrajeros siguen formándose. Pero si se compara lo andado en este último cuarto de siglo con lo que ya había, uno tiene que con- cluir que no es suficiente.
De entrada, la cerrajería electrónica, que siem- pre ha prometido ser el futuro, sigue sin tener el dominio que prometía. Los cierres mecánicos siguen dominando el mercado con mucho mar- gen; y no parece que vayan a dejar de hacer- lo a corto plazo. Hay miedo a los ‘hackers’ y a que uno de ellos vulnere los sistemas y entre en
la mala suerte de caer en las manos equivocadas deunoquenosealosu- ficientemente profesional. Asociaciones como UCES conservan alta la voz, ad- virtiendo al consumidor de que sólo deben llamar a cerrajeros acreditados si necesitan sus servi- cios. Pero no parece su- ficiente a tenor de las denuncias interpuestas
por abuso de precio malas prácticas y arre- glos en falso, lo que nos lleva a asegurar dos cosas: que el intrusismo sigue en auge y que la formación y la profesionalidad aún no está en cuotas deseables.
Por lo demás, los principales fabricantes man- tienen el ritmo de producción y sus artículos han ganado en efectividad, seguridad, diseño y funcionalidad. Aunque la electrónica aún no se ha impuesto, la mezcla de mecánica y electrónica ha ganado terreno a ojos vista. Los sistemas de protección de puertas, como bom- billos “antitodo”, escudos casi indestructibles o cerraduras invisibles, también han aumenta- do y todo indica que, aunque el avance es len- to, al menos no existe retroceso. Y eso se puede considerar como una victoria.
Pese a las barreras que perviven, la cerrajería ha evolucionado y
los profesionales han mejorado a ojos vista. Hoy hay mucho mejores productos, servicios y respuestas.
Cerrajería y servicios Editorial de Iberferr
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