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ESTUDIOS
buenas. Una de las razones que justificaría esta afirma- ción tiene que ver con las lí- neas de nuevos productos que aún no tienen presencia en el mercado español, pero que no tardarán en irrumpir en sus canales de distribución y venta procedentes de países como Francia, Reino Unido o Alemania, donde ya funcionan con notable éxito.
Los principales avances en las herramientas de poda se ba- san en materiales muy resis- tentes y ligeros, mecanismos que funcionan como un man- do a distancia y diseños muy prácticos. El mercado se ha llenado de tecnología y avan- ces que hacen posible una ac- tividad sencilla y profesional a la vez. En las estanterías de los canales de venta hay herramientas para cualquier
tipo de poda, todas tan buenas que la elección no siempre resulta fá- cil. Sólo se diferencia en el precio y en la calidad. Y, enefecto,enestasdosvaria- bles está la principal clave del
acierto.
También conviene recor-
dar que los ace- ros empleados en la fabricación de hojas y contra- hojas, son de prime- rísima calidad; y su tratamiento térmico
avanzado, lo que garantiza una resistencia perfecta y un óptimo rendimiento de corte.
Otros avances y detalles
Las hojas de la mayoría de las podaderas han incorpora- do una muesca que permite cortar alambre fino. Y tam- bién suelen disponen de un raspador para eliminar la su- ciedad que se haya producido tras cada movimiento de cor- te. Conviene tener en cuenta todos estos detalles a la hora de elegir.
La cabeza de corte desplazada que incorporan ciertos mode- los prolonga el eje del ante- brazo e incrementa la como- didad en el manejo. El mango rotativo de ciertos modelos, distribuye el esfuerzo mus- cular entre los cinco dedos y reduce hasta en un 30% el es- fuerzo necesario para realizar la poda, previniendo de este modo las tendinitis e inflama- ciones.
Otros modelos están espe- cialmente diseñados para los zurdos o para manos peque- ñas. El tope y el amortiguador suavizan el choque al final del corte y protegen la mano y la muñeca. La diversidad de di- seños que han aparecido en el mercado no sólo busca facili- tar la labor del usuario, sino también mejorar su seguridad y el manejo de la herramienta. Que el operario pueda trabajar más rápido y podar una ma-
yor cantidad de plantas cada día, se traduce en un menor cos- te y en un menor riesgo de dolencias musculares. Todo esto tiene un valor grande,
que hay que sopesar.
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Las estanterías de los canales de venta ofrecen herramientas para cualquier tipo de poda, todas tan buenas que la elección no siempre resulta fácil.