El 22% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2025. Esto supone una ligera mejoría de los niveles de impacto registrados hace un año. Sin embargo, hay un cambio en el perfil de los clientes con morosidad ya que ahora proceden principalmente de sectores muy afectados por la inflación como la industria manufacturera y la construcción (8%) o que dependen en gran medida de las exportaciones e importaciones (6%).
El 77% de las empresas detecta algún tipo de deterioro en los niveles de solvencia o liquidez de sus clientes. Una de las principales novedades de 2025 es que los costes laborales se sitúa en primera posición en cuanto a los factores que afectan a la solvencia de los clientes, con el 39%. La evolución de la demanda continúa siendo el segundo elemento perturbador (36%), en línea con el nivel de 2024.
Son datos del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, oleada de otoño, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores.
Por su parte, sigue moderándose significativamente el deterioro en los pagos provocado por la evolución de los precios. Así, la inflación es señalada como un factor desestabilizador del comportamiento en pagos y la solvencia de los clientes por el 30% de las empresas, 10 puntos por debajo de los niveles de hace un año. El impacto de los costes financieros continúa disminuyendo y cae 12 puntos, hasta el 19%, y los costes de la energía descienden 3 puntos hasta el 22%.
Son también relevantes las tensiones geopolíticas (citadas por el 20% de las empresas) y la incertidumbre arancelaria, con el 11%, que aparece como elemento de deterioro.
Pese al complejo escenario, las empresas prevén mayoritariamente cerrar 2025 con crecimientos tanto de la facturación (57%) como del beneficio (51%), muy por encima de las empresas que esperan caídas de ambas magnitudes (12% y 20%, respectivamente). El tejido productivo muestra su confianza en que podrá mantener esta dinámica el próximo año. Un 64% espera que sus niveles de facturación sigan remontando, frente a un exiguo 4% que espera que el próximo ejercicio sea peor que este en términos de ingresos.





