Previsiones 2026 | Crecimiento constante en un contexto difícil

Los indicadores más recientes apuntan a un ritmo de crecimiento económico positivo y sostenido en los próximos trimestres. El contexto global seguirá siendo complicado, pero se prevé que la resiliencia del mercado de trabajo, la mejora del poder adquisitivo y las favorables condiciones de financiación respalden un crecimiento económico moderado. Las recientes previsiones generales que llegan de la Unión Europea muestran que, de cara a la primera parte de 2026, la actividad seguirá en alza a un ritmo moderado pese al difícil contexto exterior.

El crecimiento en los tres primeros trimestres de 2025 superó las expectativas. Y aunque los buenos resultados se debieron, en un primer momento, a un aumento de las exportaciones en previsión de las subidas arancelarias, la economía de la UE siguió creciendo en el tercer trimestre.

El consumo privado y la inversión impulsan el crecimiento

Según las previsiones avanzadas por la Comisión, el PIB real de la UE crecerá un 1,4 % en 2025 y 2026, hasta alcanzar el 1,5 % en 2027. Se espera que la zona del euro refleje esta tendencia y que el PIB real crezca un 1,3 % en 2025, un 1,2 % en 2026 y un 1,4 % en 2027. Se prevé que la inflación en la zona del euro siga disminuyendo, cayendo hasta el 2,1 % en 2025 y que fluctúe en torno al 2 % durante el período de previsión. En el conjunto de la UE, la inflación seguirá siendo ligeramente superior, disminuyendo al 2,2 % en 2027.

Además, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y otros fondos de la UE están amortiguando el efecto del saneamiento presupuestario en varios Estados miembros. Este apoyo sustenta la demanda interna, que se prevé que sea el principal motor del crecimiento durante el horizonte temporal de las previsiones. El consumo privado crecerá de forma constante, respaldado por los factores mencionados anteriormente, pero también por un descenso gradual de la tasa de ahorro. Se prevé que la inversión recupere el impulso, determinada principalmente por la construcción no residencial y por el gasto de capital en equipamiento.

La UE tiene una economía muy abierta que sigue siendo vulnerable a las restricciones comerciales vigentes, pero los acuerdos comerciales alcanzados entre los Estados Unidos y los distintos socios comerciales, incluida la UE, han aliviado algunas de las incertidumbres que ensombrecían las previsiones de primavera.

La previsión parte del supuesto de que todos los aranceles aplicados por la Administración estadounidense a países y sectores específicos en la fecha límite del 31 de octubre se aplicarán a lo largo de todo el horizonte de previsión. A escala mundial, las barreras comerciales han alcanzado máximos históricos, y la UE se enfrenta ahora a aranceles medios sobre las exportaciones a los Estados Unidos más elevados que los estimados en las previsiones de la primavera de 2025. No obstante, los aranceles a las exportaciones de la UE siguen siendo inferiores a los aplicados a otros actores mundiales importantes. Esto representa una pequeña ventaja relativa para la economía de la UE, si bien en un contexto de débil comercio mundial de mercancías y con un euro fuerte, que modera la demanda exterior.

Se prevé que la inflación se estabilice

La inflación en la zona del euro se ha revisado ligeramente al alza con respecto a las previsiones de primavera. Ahora se espera que disminuya desde el 2,4 % en 2024 hasta alcanzar el objetivo del BCE del 2 % en 2027. Las tendencias varían de un componente a otro, compensándose la subida de la inflación energética con la disminución de los precios de los servicios y de los insumos. La intensificación de las presiones competitivas procedentes de las importaciones y la apreciación del euro deberían frenar la inflación de los bienes no energéticos.

Se prevé que la inflación global en toda la UE sea ligeramente superior a la de la zona del euro, disminuyendo gradualmente del 2,6 % en 2024 al 2,2 % en 2027. Esta previsión parte del supuesto de que el nuevo régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE2) entrará en vigor en 2027, tal como se ha acordado.

Las tasas de desempleo siguen disminuyendo

La ralentización gradual del crecimiento del empleo que comenzó en 2022 continuó en la primera mitad de 2025.
Sin embargo, la economía de la UE generó 380 000 puestos de trabajo durante ese período. Se prevé que el empleo siga creciendo moderadamente en un 0,5 % en 2025 y 2026, antes de desacelerar al 0,4 % en 2027. Se prevé que la tasa de desempleo siga disminuyendo, pasando del 5,9 % en 2025 y 2026 al 5,8 % en 2027. El crecimiento de los salarios en la UE se ralentizará, pero se mantendrá por encima de la inflación, lo que mejorará ligeramente el poder adquisitivo de los hogares.

Se incrementarán los déficits públicos

Se espera que el déficit de las administraciones públicas de la UE aumente del 3,1 % del PIB en 2024 al 3,4 % en 2027 —debido en parte al aumento del gasto en defensa del 1,5 % del PIB en 2024 al 2 % en 2027—, medido según la Clasificación de las Funciones de las Administraciones Públicas (COFOG).

Se prevé que la ratio deuda/PIB de la UE aumente del 84,5 % en 2024 al 85 % en 2027, y que la ratio de la zona del euro aumente de un 88 % aproximadamente al 90,4 %. Esto refleja los déficits primarios actuales y el hecho de que el coste medio de la deuda pública es superior al crecimiento del PIB nominal. Para 2027, se espera que cuatro Estados miembros tengan ratios de deuda superiores al 100 % del PIB.

El difícil contexto mundial sigue afectando a las perspectivas

De cara al futuro, los riesgos para las perspectivas de crecimiento parecen reducirse. La persistente incertidumbre sobre la política comercial sigue afectando a la actividad económica, y las restricciones arancelarias y no arancelarias podrían limitar el crecimiento de la UE más de lo esperado.

Cualquier nueva escalada de las tensiones geopolíticas podría intensificar las perturbaciones en la oferta. Al mismo tiempo, la reevaluación de los riesgos en los mercados de renta variable, especialmente en el sector tecnológico de los Estados Unidos, podría afectar a la confianza de los inversores y a las condiciones de financiación. La incertidumbre política interna también podría afectar a la confianza. Por último, la creciente frecuencia de las catástrofes relacionadas con el clima podría socavar el crecimiento.

Por el lado positivo, los decididos avances en las reformas y en el programa de competitividad, el aumento del gasto en defensa centrado en la producción de la UE, y los nuevos acuerdos comerciales podrían impulsar la actividad económica más de lo previsto.

Estas previsiones se basan en una serie de supuestos técnicos sobre los tipos de cambio, los tipos de interés y los precios de los productos básicos hasta la fecha límite del 27 de octubre. En lo que respecta a los demás datos considerados, incluidas las hipótesis sobre las políticas públicas, estas previsiones tienen en cuenta la información obtenida hasta el 31 de octubre inclusive. Los supuestos se basan en la hipótesis de que no se produzcan cambios en las políticas, salvo que se anuncien otras nuevas y se especifiquen con el suficiente detalle.

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