Aumentar la capacidad de almacenaje, ofrecer mejor servicio, optimizar las compras, fortalecer el negocio, ofrecer formación a los clientes… En definitiva, ganar liderazgo, capacidades y cuota de mercado.
Javier Gómez Salamanca, gerente de Comercial Ulsa (Valladolid), enumera las ventajas que cree que aportará a la empresa ampliar las instalaciones logísticas. Es un proyecto que ya está ejecutando el suministro castellano.
La empresa familiar vallisoletana construye dos naves con las que sumará casi 6.000 metros cuadrados nuevos para “el mayor centro de distribución de equipos de protección y ropa laboral del norte de España”, según aseguran.
Las nuevas naves permitirán a Comercial Ulsa ampliar su capacidad hasta 1.000 pallets, un nuevo taller de impresión y bordado para la personalización de prendas e impresión de todo tipo de productos y soportes, un área de formación para más de 50 personas, un showroom para trabajos y soluciones en altura, y la posibilidad de incorporar a personal con discapacidad y fabricar nuevos equipos de protección individual.
Este proyecto se traducirá a corto plazo en un crecimiento de dos dígitos, “ya que con la actual estructura no podíamos crecer por falta de espacio, medios y capacidad”, explican desde la empresa, que incrementará un 20% su plantilla con las nuevas instalaciones, hasta los 40 trabajadores.
La empresa familiar vallisoletana de suministros industriales, vestuario y protección laboral, con más de 40 años de historia, está gestionada por la tercera generación de la saga familiar, los hermanos Javier e Ignacio Gómez Salamanca, que cumplen dos décadas incorporados al negocio.
La ampliación, que estará rematada en fechas próximas, costará 1,5 millones de euros. Las nuevas naves contarán con una planta fotovoltaica de autoconsumo que permitirá producir más de la mitad de la energía que consume.