Vídeo | La feria Expocadena y el milagro de la lluvia en Sevilla

Personal de Ehlis trata de explicarse bajo la lluvia.


 

Por Santiago P. Fernández, director de Iberferr.


 

“No le veremos mañana en la feria. Se va a acatarrar”. Lo dice alguien que chorrea agua por la cara como una esponja. Se refiere al gerente, Alejandro Ehlis, que en ese momento desafía a la lluvia desde el atril, bajo un paraguas grande, pero insuficiente para resguardarle. Llueve con una fuerza desconocida a orillas del Guadalquivir mientras los dos mil y muchos ferreteros del graderío “asaltan” la andanada cubierta de la plaza.

No estaba siendo mala la faena en La Maestranza. Pero la lluvia apareció de repente, a medio congreso, casi cinco meses después. Una putada, porque en Sevilla apenas ha chispeado tres veces desde el 5 de mayo. Y las tres, tan anecdóticas que ya nadie las recordaba.

Fue llegar Ehlis y obrarse el milagro de la lluvia. En el congreso anterior (2020), un ferretero trató de explicar con una pregunta el milagro de Cadena 88. “¿Quién puede repetir lo de los panes y los peces en un sector como este? Solo ellos”. Lo dijo afectado, tras oír a Carlitos Páez, superviviente de aquel fatídico vuelo que se estrelló en Los Andes en el 72. Pero Carlitos, que había venido a contar su propio milagro, lo decía con una sola palabra: “Actitud, actitud, actitud”. Lo reconozco, todo esto se me vino a la cabeza mientras me ponía a cubierto en el foso.

Quizás hubo otro milagro esa tarde. El incendio, casi a la misma hora, del céntrico hotel en el que se alojaban los directivos de Cadena 88 y un nutrido grupo de ferreteros. Finalmente, el suceso se quedó en humo y todo se resolvió pronto, bien y sin desgracias. Pero tiene sentido lo que dice Jesús Ejarque, director de Retail & Comunicación de Ehlis, a propósito de lo ocurrido: “Este ha sido el congreso de los elementos. Hemos tenido tierra, aire, agua y fuego”.

Yo, sin embargo, no comparto la idea de que los elementos se aliaron contra Ehlis en Sevilla. Fue más bien lo contrario si tenemos en cuenta que un congreso así une muchísimo más que los que se celebran en los palacios. Lo digo porque aún oigo sonar los aplausos de los dos mil y pico ferreteros en La Maestranza bajo la lluvia.

(Vídeo del congreso y de la feria).

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