Adiós a un año difícil que deja logros y cierto optimismo para 2023


 

Se va un año marcado por las dificultades para aprovisionarse de nuevos productos, el encarecimiento de los fletes, la subida disparatada de los carburantes, de la energía y de los alimentos, de la guerra de Rusia en Ucrania, del repliegue hacia Europa de empresas deslocalizadas en Asia y, en definitiva, de la inflación y carestía de la vida en casi todos sus ámbitos.

Son muchas barreras que, mezcladas con la geopolítica, envenenan el desarrollo europeo y complican hasta límites indescriptibles la marcha del comercio, también el de la ferretería, que se surte en gran parte fuera del continente, tal y como subrayábamos en el primer editorial de 2022.

El año ferretero ha discurrido, pese a todo, con la serenidad de otrora, firme y sin grandes sobresaltos, en un sector que, en España, se ha centrado en construir sobre las oquedades.

El ejercicio que acaba será recordado en la industria de la ferretería como el de la búsqueda de los viejos caminos comerciales y la defensa de los logros ya asentados. Un año de compras y aprovisionamiento de almacenes en previsión de que la carestía pueda prolongarse. Un año de ferias de récord, de carpetazo a la pandemia, de acuerdos, ventas, asociaciones y fusiones. Ehlis, Cecofersa, Comafe, QFPlus, Ferbric, Coarco, Catral, AG Group… son solo algunas empresas que han protagonizado operaciones comerciales de calado para afianzarse en un sector que reacciona con diligencia a las sacudidas de la economía.

La enseñanza de este año que se va, al menos una de ellas, parece clara: el sector ferretero no entiende de malas noticias y siempre encuentra oportunidades con cada nuevo desafío. En consecuencia, parece razonable mantener el optimismo porque, como hemos dicho en otras ocasiones, este mercado sabe sacar partido de las dificultades. Lo ha demostrado tantas veces en su historia que no cabe ningún tipo de duda al respecto.

Pero hablar de optimismo no significa ignorar los riesgos. La economía es tan enrevesada que nunca hay que bajar la guardia. Por eso, la pregunta para el año que empieza es la misma con la que arrancábamos el ejercicio que acaba. ¿Qué grado de capacidad y resistencia será capaz de mostrar la ferretería en 2023? Lo bueno de esta cuestión es que, en gran medida, ya está respondida.


Editorial publicado en Iberferr 251, diciembre de 2022.

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