La Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES) se ha hecho eco de las cifras publicadas por el ministerio del Interior relativas a la “okupación” durante el primer semestre del año, que recogen un número de denuncias por esta práctica de 7.450, un 5% más que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, los profesionales acreditados por la UCES creen que ese porcentaje sólo representa la mitad de los casos que realmente existen debido a que hay numerosos inmuebles ocupados que no son objeto de denuncia y que, según la federación de cerrajeros, son más del doble de los que sí se denuncian.
Los datos recabados por los cerrajeros federados indican que las cifras oficiales son claramente “inexactas”, como ellos mismos se han encargado de explicar. También recuerdan que en los tres primeros meses de 2020 se presentaron en los juzgados casi 800 demandas por ocupación ilegal. Una cifra que ha crecido en Cataluña y Valencia en más de un 13%, según los propios datos del ministerio del Interior, que cita UCES. La actividad registrada por la Unión Cerrajeros de Seguridad indica que la ocupación ilegal de viviendas creció especialmente durante la reclusión y en los meses siguientes.
El presidente de la UCES, Manuel Sánchez Gómez, explica que “una vez que se terminó el Estado de Alarma, con el tránsito entre provincias limítrofes, es cuando ha habido un repunte del trabajo con un aumento de denuncias de robos y ocupaciones”.
Los cerrajeros no se han quedado de brazos cruzados ante el preocupante fenómeno de la “okupación” y han pasado a denunciar públicamente que hay ‘colegas’ que colaboran con los ocupas. El propio presidente de la UCES lo explica con estas palabras: “En numerosas ocasiones hemos evitado robos u ocupaciones, pero, desgraciadamente, el creciente intrusismo en el sector de la cerrajería en España hace que muchas empresas alegales o simples ‘abrepuertas’ realicen servicios que significan colaborar en un delito”.
Si alguien conoce a fondo el problema son los propios cerrajeros puesto que suelen tomar parte en las acciones de apertura o de cambio de cerraduras de ocupaciones y desocupaciones. Convendría que el propio Ministerio del Interior, con el que la entidad cerrajera colabora en otros temas, lo tuviese en cuenta. No es de recibo, ni en este caso ni en otros, que los datos que reciben los ciudadanos sean inexactos o, simplemente, falsos. Lo único que consigue esta práctica es extender la sensación de inseguridad en todos los ámbitos.