Óscar Madrid, sufrir y ganar en el oficio que uno ama

Iberferr papel, número 253, junio de 2023.


 

La noticia de que Óscar Madrid, hombre joven y una de las voces con mayor resonancia en la ferretería y el suministro, da un paso al lado y deja el sector en el que luchó durante cerca de cuarenta años, no es la que Iberferr quisiera dar. Pero la actualidad no entiende de sentimientos y los hechos mandan. El fundador de Madriferr, expresidente de Ancofe y Comafe, muñidor de la “triple C” que no cuajó (fusión de Cofac, Cifec y Comafe), impulsor de la cadena Bextok… anuncia su retirada con el corazón herido y un catálogo de cicatrices agazapadas bajo las canas blanquísimas. Pese a ello, asegura que es feliz, feliz, feliz. Y eso, con diferencia, representa lo mejor de esta noticia.

Participó como fuerza activa en los principales cambios del sector e impulsó iniciativas no siempre bien entendidas. Emprendedor empedernido y empresario de éxito, puede decirse que hizo la mili en la ferretería de su padre, un local alquilado y minúsculo de la plaza de Arganda del Rey, que no funcionaba. Ahí empezó a amar esta industria y se lanzó de lleno a su conquista abrazado al suministro Madriferr, que fundó con su hermano en el año olímpico de 1992. Casi dos décadas después, con la bandera del éxito en lo más alto, vino la crisis de 2008 y luego los ejercicios movidos de Comafe, Ancofe, NCC, QPlus, Bricoland, Bextok… en los que se dejó la vida y el alma. Cuando se le pregunta al respecto, lo resume en dos palabras: “Sufrí mucho”. Pero no se amilanó y siguió luchando por el modelo en el que siempre creyó, aquel que antepone las personas a cualquier otro interés.

Este 2023 trajo la noticia de que Rubix, uno de los grandes distribuidores europeos de productos y servicios de mantenimiento, reparación y operaciones, había comprado Madriferr para “reforzar y desarrollar” sus capacidades en el centro peninsular. Óscar Madrid se muestra satisfecho con el acuerdo, consciente de que “la acción de los grandes grupos es imparable”, tal y como asegura en la entrevista que publicamos en este número y que tiene su correspondiente vídeo en el digital Ceros de junio.

Entre sentimientos encontrados, el fundador de Madriferr dice sentirse “feliz, feliz, feliz” al final de la travesía. Se va un grande, pero, más allá de sus aciertos y errores, el suyo siempre será un nombre de letras capitulares en el sector del suministro y la ferretería. Y no sólo porque le dio lo mejor de sí mismo, sino también porque deja en él su impronta humana, cercana, pasional, carismática, irrepetible.


(Clic sobre la imagen para leer Iberferr digitalizado).

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