Y ahora, homeworking (literalmente, trabajando en casa). Nunca antes habíamos tenido tanto tiempo para reflexionar sobre nuestro entorno o, en este caso, sobre nuestra casa. Esa mancha en la pared, el ruido de los niños del vecino o las peripecias para encontrar un rincón en la vivienda donde tomar el sol. Solo son algunas de las inquietudes que nos han invadido durante las semanas de confinamiento. Ahora que empezamos una vuelta hacia la normalidad, llega el momento de mirar adentro.
La empresa ROCKWOOL Peninsular, que fabrica y comercializa de lana de roca, un material aislante para la edificación, plantea cinco mejoras para aplicar en nuestro hogar cuando se acabe el confinamiento. El objetivo, conseguir una casa más confortable y energéticamente eficiente.
1. Adiós a los ruidos
¿Tus vecinos no te dejan trabajar? Esto es, probablemente, porque la vivienda no está bien aislada. Si lo que buscas es silencio, hay que apostar por un buen aislante acústico de lana de roca. Es sostenible, reduce los ruidos que provienen de la calle y de “al lado”, y permite aumentar la concentración hasta en un 50%. Por lo tanto, la productividad. Cuando termine el confinamiento, aislar bien nuestras casas será una tarea que deberíamos incluir en el homeworking.
2. Reducir la factura
No hay duda de que pasar mucho más tiempo en casa incrementa el gasto en energía. ¿Y si fuese posible reducir la factura energética? ROCKWOOL propone aislar nuestro hogar con materiales eficientes en la fachada y cubierta. Con esta sencilla reforma se puede mantener una temperatura agradable todo el año y notar de inmediato una reducción en la demanda de energía de casa.
3. Aclimatar la terraza
Disponer de un espacio exterior para tomar el sol o para que, simplemente, nos dé el aire, se ha convertido en uno de los privilegios más valorados de estos meses. Hay que empezar a pensar en cómo decorar el balcón o terraza para poder disfrutar del buen tiempo. Una mesa, una silla o unas flores pueden convertir una estancia descuidada en un rinconcito para desconectar y relajarnos. Además, pasar más tiempo fuera también reducirá el gasto en energía y climatización.
4. Reforzar la hermeticidad de las puertas y ventanas
Una buena manera de ganar en confort y hacer que la casa sea más sostenible, es reforzar las puertas y ventanas, ya que es por dónde se filtra el frío y el calor del exterior. ¿Cómo? Se pueden aplicar masillas o burletes, unas piezas de silicona que evitan que se produzcan fugas de aire; y también se puede instalar toldos o persianas para evitar que el calor entre en la vivienda.
Si la decisión es renovar las puertas y ventanas, será importante elegir aquellas que incluyan etiquetas de eficiencia energética, ya que consumen menos. Las de baja emisividad no dejan que el calor externo entre en casa y permiten la reducción entre un 30% y 50% del consumo de energía.
5. Reparar y pintar
Después de tantos días encerrados, nos hemos fijado en las paredes de la vivienda: esas manchas que nunca se borran, ese color que ya no se lleva… Incluso, el moho que es imposible de quitar debido a condensaciones puede ser solventado con un buen aislamiento
Estas cinco propuestas ayudan a mejorar el confort de un hogar y a poner a raya las facturas de la energía. Son, por lo tanto, reformas que deberíamos acometer si las necesitamos.
Cabe añadir que el Gobierno ya ha decidido levantar la suspensión de las actividades relacionadas con las obras en edificios y las permitirá desde el 25 de mayo.