OPINIÓN
Por Manuel Sánchez, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES).
Todas las cerrajerías de seguridad acreditadas por la federación UCES ya están realizando todos los servicios que demanda el ciudadano. Dependiendo de la comunidad autónoma donde estén, el servicio empezó a pleno funcionamiento en un determinado momento u otro.
Se ha acabado lo malo y ahora viene lo peor. Desde el punto de vista más importante, el sanitario, no debemos bajar la guardia. Todas las cerrajerías y todos los cerrajeros están cumpliendo las medidas de seguridad sanitaria y podemos decir que las cerrajerías de seguridad acreditadas por UCES son espacios seguros para los clientes y para los trabajadores, así como los servicios que estamos realizando.
Estos 100 días de confinamiento nos han dejando heridas emocionales en mayor o menor grado, producto de la pérdida de familiares, amigos, vecinos o por el impacto que produce que hayamos pasado o tenido muy cerca la infección de la Covid-19. Sirvan estas líneas para, desde la Junta Directiva de la Unión Cerrajeros de Seguridad y en nombre de todos los cerrajeros de seguridad acreditados por UCES, trasladar nuestro más sentido pésame, nuestro afecto y toda nuestra fuerza a las familias que han sufirdo la pérdida de un ser querido por el Coronavirus.
Otro tema distinto es el económico. Me gustaría comentaros algunas de las conclusiones del estudio que ha llevado a cabo en las últimas semanas UCES sobre el impacto económico de la crisis del coronavirus en el sector de la cerrajería de seguridad ya que muestra una radiografía muy certera de cómo están nuestras empresas y profesionales.
Se ha acabado lo malo y, ahora, podría venir lo peor
La sociedad ha entrado en lo que se llama “la nueva normalidad”, pero como dice la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y la del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, “no estamos al final del desastre económico sino al principio”.
“No debemos bajar la guardia de la autoprotección por nuestra salud y por la de nuestras empresas. Es tarea de todos que esto no vaya a más. Sólo así podremos evitar que de lo malo pasemos a lo peor”.
Inicialmente, España se afana por salvar a las grandes empresas. Pero la economía española se sustenta en las pequeñas empresas. Nuestro sector, el de la cerrajería de seguridad, pertenece a ese segmento. Del estudio de UCES se extrae que el 97% de las empresas acreditadas tienen menos de 10 trabajadores.
Nuestros servicios se consideraron de urgencia y por lo tanto no obligados a cerrar. Pero el Estado de Alarma deja cifras preocupantes. El 85% de las cerrajerías no ha trabajado ni tan siquiera el 20% de su actividad habitual; incluso desde el 13 de marzo hasta la apertura de la fase 1, la situación ha sido extraordinaria y generado que cerca del 10% de las cerrajerías no realizara ninguna actividad.
Esto ha provocado que, en tres de cada cuatro cerrajerías acreditadas, la facturación haya descendido más del 75%. Ante esta situación, nuestras empresas y los profesionales han tenido que adoptar diversas medidas para hacer frente a la crisis. Casi un 40% se ha acogido a los ERTEs establecidos.
El estudio refleja un dato preocupante: casi el 17% de las empresas del sector que se han acogido a este mecanismo, creen que no podrán mantener el empleo después del verano. Este pesimismo se acentúa con la creencia, en casi el 75% de nuestros profesionales, de que la crisis económica aún afectará negativamente a sus negocios dentro de un año.
Está claro que no debemos bajar la guardia de la autoprotección por nuestra salud, pero también por la supervivencia de nuestras actividades profesionales. Un rebrote podría llevar a que, efectivamente, el “desastre económico” no haya hecho nada más que empezar. Y ahora, sí, es tarea de todos que esto no vaya a más pues se ha acabado lo malo y ahora podría venir lo peor.