Las consecuencias, que aún colean, del incremento de los precios de las materias primas y de la energía figura en las previsiones negativas de 2023. Por el lado bueno, lo mejor estará marcado por la consolidación de las nuevas tendencias constructivas como la digitalización y la industrialización.
Son previsiones de Sika España para este ejercicio. La compañía advierte de que la desaceleración del sector de la construcción en la segunda mitad de 2022, debido, sobre todo, a la elevada inflación y a las subidas de los tipos de interés, tendrá un efecto tractor durante, al menos, el primer trimestre de este año.
“Son estos subsectores en los que Sika está apostando fuertemente ofreciendo una amplia cartera de soluciones tecnológicas que permiten mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad en el entorno edificado, reduciendo las emisiones de CO2 y la huella de carbono”, explica a Iberferr Julián González, responsable de Distribución en Sika.
“También creemos que este 2023 será el año del impulso de la rehabilitación energética de edificios y viviendas”, añade González.
