Opinión | ¿Es bueno que España organice más ferias que nadie en Europa?

La imagen refrenda una realidad, pero no responde a la pregunta que titula este artículo.

España lidera el sector de las ferias en Europa, junto con Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. El año pasado más de 6,5 millones de personas visitaron alguna de las 433 ferias celebradas en España, cifras que este año van camino de superarse. Según los datos compartidos por la Asociación de Ferias Españolas (AFE), esta actividad genera unos 13.000 millones de euros de impacto económico anual y más de 123.000 empleos directos e indirectos en nuestro país.

Salta a la vista que son números grandes, que no invitan, precisamente, a discutirlos. Pero no todo es tan rotundo. ¿Hay demasiadas ferias?, ¿cuántas deberían organizarse para no convertir a los fabricantes en una especie de nómadas paganos?, ¿es eficaz un escaparate de este tipo en la era de internet y la IA?, ¿hasta qué punto es productivo un calendario saturado de ferias?

Son preguntas que Iberferr suele recibir de “fuerzas vivas” del sector ferretero y de otros con los que se relaciona. Ninguna de ellas ha tenido respuesta el pasado 5 de junio cuando se celebró la 9ª edición del Día Mundial de las Ferias (Global Exhibitions Day). Más al contrario, la jornada trató de poner de relieve “el gran potencial y las oportunidades que brindan los eventos feriales como facilitadores de negocio, conocimientos y visibilización de la innovación”.

“Las ferias son catalizadoras de un futuro sostenible y constituyen espacios donde confluyen ideas y proyectos innovadores para avanzar hacia modelos de producción más verdes y eficaces”. Es uno de los mensajes que más se ha repetido ese día.

Según la institución ferial Easyfairs, organizadora de eventos tan conocidos y exitosos como MetalMadrid, las ferias apoyan el progreso y crean plataformas para discutir y mostrar soluciones a los desafíos universales. También facilitan el encuentro entre industrias y profesionales, impulsan la creación de empleo y son motores del crecimiento económico. Evidentemente, la mayoría de las instituciones que en España organizan y albergan eventos feriales, se expresan en esta misma dirección.

Son los expositores, fabricantes en su mayoría, los que deben decir alto y claro cuánto y cómo les favorece o perjudica un calendario saturado de ferias. En realidad, ya lo hacen cuando optan libremente por aceptar o rechazar el ofrecimiento que les cursan los organizadores e instituciones feriales. Conocemos el resultado y lo publicamos con regularidad en este mismo espacio. Pese a ello, dejamos en alto las preguntas que nos llegan desde diversas esferas del sector. Porque si repasamos la agenda que afecta directamente a la ferretería, la conclusión se resume en una de las respuestas que Iberferr ya ha recibido sobre este asunto: “Si la lluvia cae con moderación, riega; si es excesiva, arrastra, destruye y pasa de largo”. Tal cual.

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